LAS MANIPULACIONES
Generalmente la persona que manipula busca someter a la otra persona a sus caprichos, ya sea para sacar alguna ventaja material, alguna ventaja afectiva.
Hay muchas maneras de manipular bien siendo víctimas, inquisidores….
Siempre las manipulaciones son productos del ego, buscan someter a la otra persona a su antojo, cortándole el libre albedrío.
Una de las maneras que tenemos para defendernos de esas manipulaciones es nuestra dignidad. La gente a veces confunde dignidad con orgullo, y a veces confunde orgullo con falso orgullo.
El orgullo, a diferencia de lo que muchos piensan no es negativo. Comporta una autoestima elevada por cosas que conseguimos nosotros o consiguen nuestros seres queridos., se trata de un sano orgullo. El orgullo verdadero está relacionado con un valor supremo como la dignidad. La dignidad es no permitir que otros nos hagan lo que nosotros no les haríamos a ellos. Dignidad es no someternos a la arbitrariedad de nadie, a nuestro propio juicio.
Ahora bien, cuidado, con eso, no siempre nuestro juicio puede ser acertado, no siempre nuestro juicio puede ser preciso porque los estamos viendo desde nuestros propios ojos, y podemos no ser impersonales, podemos estar personalizando. Entonces no es falta de dignidad aceptar la orientación de otro. Lo que es falta de dignidad es someterte a los caprichos del otro. Pero si yo de repente tengo una duda con determinado tema, con determinada cuestión, o con determinado proyecto, no está mal que puede pedir auxilio a terceras personas, que pueden saber lo mismo que yo, más que yo, o menos que yo. Pero llegado el caso, una orientación oportuna puede ser útil como para que yo desvíe el camino y tome el rumbo correcto.
El falso orgullo es el orgullo del ego derivado de una baja autoestima o depreciación personal que intenta subsanarse a través de éste mecanismo de defensa, por ejemplo : Laura discutió conmigo, no me voy a rebajar a llamarla porque es culpa de ella. Ya no me voy a someter a sus caprichos. Digamos que hay una especie de competencia a ver quién afloja primero. Es el falso orgullo, no es un orgullo verdadero ya que trata de demostrar falsamente que no necesitas del otro. Implica el no reconocimiento de la duda, la necesidad de orientación, pedir ayuda…. y que da lugar al desaprovechamiento y desperdicio de muchas oportunidades que se nos presentan en la vida.
La dignidad significa estar siempre con la frente a alta, con tranquilidad de conciencia, y aunque en algún momento dado hayamos sido manipulados, aunque en algún momento dado hayamos sido vencidos, aunque en determinados momentos hayamos sido sometidos, nunca van a someter nuestra dignidad, nuestro honor como personas y seres que somos porque nuestra dignidad tiene que ver con el ser y no con el parecer o el tener y porque ésta nos hace reconocer la humildad de vernos reflejados en el otro igualmente digno .
Hablar de honor, hablar de nobleza es algo cotidiano en aquel que sirve y no manipula y que utiliza la fidelidad, ya sea en una relación de pareja o en una relación de amistad. Sí, hay algo superior a la fidelidad, es la lealtad.
Fidelidad es el compromiso en determinado aspecto con alguien. La fidelidad de pareja con no engañar al otro, una fidelidad con un amigo, una fidelidad en un empleo de no robar dinero, una fidelidad como profesor de enseñar bien...
La lealtad comprende mucho más, abarca mucho más que la fidelidad.
La lealtad es un modo de vida que comprende la fidelidad. Digamos que la fidelidad está comprendida en la lealtad.
¿Qué hay más allá de la lealtad? La nobleza.
La nobleza aparte de ser un modo de vida como la lealtad, aparte de marcar una manera de ser, describe a la persona. Una persona noble, de corazón noble, de alma noble, por lógica tiene que ser leal. Por lógica va ser fiel a sus principios, porque ésa persona va a tener principios.
¿Qué significa principio?
El principio, es la facultad que tiene uno para encaminarse en el camino correcto, para acordar consigo mismo lo que es la tranquilidad de conciencia y no salirse de esa ruta. Ese es el principio. Se llama principio al don que tiene cada uno de mantenerse firme y de no temblarle la muñeca ante cualquier dificultad. Es una persona que se mantiene con principios sólidos, es una persona que es noble, que es leal, que es fiel. Eso es el principio. Lo opuesto a todo eso es la persona manipuladora,
Una persona manipuladora, primero y principal manipula porque no tiene el carisma para conquistar. Manipula porque no tiene la suficiente sabiduría para hacerse amar. Porque en realidad, ¿cuál es la fórmula para hacernos amar? Amar. Si amamos nos aman, porque el universo es un espejo. No amamos para obtener una recompensa de amor; amamos porque nos surge de nuestro interior. Que nos amen o no en realidad no nos tiene que concernir. Nos van a amar por añadidura, sí, pero no es algo con lo que nosotros hayamos de especular. Lo mismo cuando se refiere al servicio. Nosotros no somos útiles al otro para que después nos sean útiles a nosotros, porque nosotros vamos a hacer servicio con un amor impersonal. El amor impersonal no necesita. El amor impersonal da. Si luego nos dan en consecuencia por el acto de nosotros haber dado, bienvenido sea, tampoco vamos a ser absolutamente falsos, orgullosos, de decir no, no, no precisamos nada, porque todo mundo precisa, ya sea una caricia, ya sea un abrazo….
¿Por qué manipulan ciertos seres? Porque quieren llamar la atención, necesitan, porque no saben cómo hacerse notar. Entonces carecen por su manera poco delicada de ser, son rechazados y en lugar de cambiar de tesitura, de cambiar de postura, de decir bueno, voy a tratar de agradar al otro, no, todavía se sienten ofendidos en su honor. Es lo que ellos creen que es el honor que en realidad es el ego. Y buscan la venganza especulando, ya sea para poder, ya sea mediante el rol de víctima, ya sea mediante un rol inquisidor.
Rol de víctima:
La mayoría de las manipulaciones la mayoría de las veces, son por rol de víctima.
Generalmente tratan de transferir culpa al otro por algo que le hacen creer que ese otro hizo; has llegado tarde, me has dejado abandonada, mira como estoy, si a mí me pasaba algo la culpa hubiese sido tuya. Esa transferencia de culpa muchas veces al otro le llega: y no tendrán razón, y no será que me comporté como un canalla, y no será que tendría que haber avisado...
Pero a veces la otra persona no lo hace a propósito. A veces se puede pasar el tiempo, a veces se distrajo en determinada tarea... Si bien uno en una relación de pareja o en una relación de amistad tiene que estar pendiente del otro, pendiente no estoy diciendo sobresaturar, ni asfixiar, ni estar encima todo el tiempo. Estar pendiente si la otra persona necesita algo. Pero muchas veces como son los seres humanos falibles, a veces se nos pasa, no podemos estar en todo, no podemos abarcar todo, no somos infalibles. Somos una molécula del todo, una molécula que sigue un camino evolutivo, pero molécula al fin. No exijamos de nosotros más de lo que dan nuestras fuerzas. Vamos creciendo paso a paso, y, como advertencia, sana advertencia, siempre vamos a tener resbalones y caídas.
El secreto es volver a ponernos otra vez de pie, como el ave Fénix, resurgir de las cenizas, comenzar nuevamente el camino. Eso lo vamos a hacer una y 1000 veces. Pero no cometamos el rol de víctima, de lamentarnos cada vez que fracasamos. Tomémoslo como una enseñanza sana, y a partir de ésa enseñanza sana seguir. Pero tampoco cometamos la pedantería de decir yo esto ya lo pase, ya sé de qué se trata. Porque cada experiencia es única, cada trabajo es único, cada amistad es única, y cada pareja es única.
Ejemplo: una señora decía sí, sí sí sí, yo estuve tres veces en pareja, ya conozco a los hombres. Creemos que porque conocemos un par de personas conocemos a todas las personas, y no sabemos que cada persona es única, distinta, diferente.
Aún las “almas gemelas” que vibran en la misma sintonía son distintas unas a otras en algunos aspectos. Porque no es obligatorio tener los mismos gustos. Vibrar en sintonía significa tener la capacidad, la cordura, el entendimiento y la amplitud de criterio de ponerse de acuerdo. Capaz que no se pongan de acuerdo ni la primera intentona, pero una persona elevada, que vibre en sintonía va a saber acordar con el otro.
Manipular es cortar el libre albedrío del otro, y es cortar el legado maravilloso e innato que traemos que es nuestra libertad de optar. Le puede servir más a uno que a otros. A la persona manipuladora le falta lealtad y fidelidad, carece de honor y principios por la falta de auto-aceptación y reconocimiento personal que hace que el ego dirija su vida. En el manipulador se difumina el limite entre la víctima y el maltratador
El honor se relaciona con los principios. Una persona de honor es una persona que tiene principios. No puede haber principios si la persona padece de deshonor en extremo y fuera de lugar, porque la persona que no es honorable carece de principios, traiciona, no es leal, no es fiel. Entonces toda la cadena se cae. Se precisa el honor para que la persona tenga principios sólidos, espirituales, correctos. Se precisan principios sólidos para que la persona sea leal, y se precisa lealtad para que la persona tenga fidelidad, para con los demás y para consigo mismo.
Mucha gente tiene una idea equivocada de lo que es la fidelidad, lo que es la lealtad. Pasa por mucho más allá de no cometer un engaño. Pasa por ser fiel a los principios de vida. Pasa por ser fiel a lo que uno quiere. Pasa por no ser veleta, no ser ciclotímico, no cambiar de idea todos los días. Porque entonces somos como aquel perro perdiguero que no sabe qué perdiz cazar y va para una, para otra... Tenemos que de alguna manera tener una meta, no una meta ciega como la zanahoria del conejo que el conejo la sigue corriendo, o cómo el hueso del galgo que el galgo lo sigue corriendo en carrera. No, una meta definida, concreta, no es una única meta porque pueden pasar dos cosas: que esa meta se frustre, entonces elegiremos otra sin bajar los brazos, o que la alcancemos y luego qué, ¿nos quedamos cruzados de brazos? No, inmediatamente nos tenemos que buscar otra meta.
Para aquellos que aún insisten en manipular, es bueno aprender a respetar el no del otro. Porque no siempre le vamos a caer bien a todo mundo. De 10 personas le podemos caer bien a tres, a otras tres más o menos, a cuatro no, y esta bien que así sea, porque no vibran en nuestra sintonía o nosotros no vibramos en la sintonía de ellos. Respetémoslos, no los invalidemos. No será su tiempo o no será nuestro tiempo, porque nosotros no somos los dueños de la verdad. Estamos en busca de la gran verdad, y tenemos nuestra verdad que la vamos a defender, pero no vamos a encasillarnos en esa verdad. Tenemos que tener los ojos bien amplios, casi tan amplios como nuestro criterio, y ver que si el otro está diciendo algo importante, captarlo, entenderlo, compartirlo. Si nosotros lo compartimos, cada día vamos a estar más aferrados a los demás, y eso es lo importante. Aferrado no significa no permitirle libertad de acción al otro. Se trata al tomar al otro de una manera cariñosa pero sin esposarlo, sin encadenarlo.
El abrazo, para terminar, tiene que ser no un abrazo de asfixia sino que tiene que ser un abrazo cómplice, pero cómplice en el buen sentido, cómplice de compartir vibración, cómplice de compartir energía, cómplice de compartir luz. Y el otro en lugar de sentirse presionado, se va a sentir con una libertad tan grande, con unas ganas de estallar para bien como los fuegos artificiales en la época de fiestas. Seamos fuegos artificiales. Estallemos nuestro espíritu.