Para sanar nos introducimos en el mundo del sujeto. En un mundo subjetivo, no por ello menos real. Nosotros andamos confundidos porque creemos que lo subjetivo es irreal, es más real y más profundo que todo lo real. En ese mundo del sujeto surge la conciencia. La conciencia nace del observador. Cuando el observador está en el centro, quien observa es el Ser y él es tu esencia. En el Ser tu puedes descubrir lo que es bueno, lo que es la voluntad, lo que es el plan de tu vida, lo que es bello, el sendero del místico, y lo que es verdadero, el sendero de la genuina inteligencia. Aquella que te permite descubrir una realidad que no está desligada de ti sino que es parte de ti. Digamos que ese va a ser el movimiento que vamos a tratar de emprender.
| Andamos confundidos porque creemos que lo subjetivo es irreal, es más real y más profundo que todo lo real. |
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