Para sanar, no bastan las manos temblorosas, no basta el amor, no basta invocar la fuerza y la energía de un dios transcendental; porque, realmente, la sanación espiritual ocurre muy pocas veces. No basta la fe, es necesario ir más allá de la fe, es necesario que el amor tenga un cauce, una dirección, un objetivo, que se pueda canalizar. Es necesario tener un conocimiento concreto, saber dirigir la energía, a dónde la vamos a dirigir y cómo la vamos a dirigir. La sanación no es un asunto de poner las manos e inundar al paciente de energía, porque también se puede ahogar con esa energía. Se le podría dar un exceso de energía y complicarle más la vida. Sanar es el arte de dirigir la energía, primero, con amor y segundo, con ciencia. No basta la buena voluntad, no basta la buena fe, es necesario el conocimiento. Para obtener ese conocimiento nos tenemos que hacer la pregunta correcta, esa es la clave. Y para hacernos la pregunta correcta tenemos que aprender a escuchar. Escuchar es resonar, escuchar es auscultar, auscultar el mundo es entrar en contacto con su integridad. No ver una parte, sino tratar de escuchar, de reconocer la totalidad. Es tener una visión total, una visión con perspectiva, saber que la gente no es la gente, ni un pedazo de carne. La gente es ella y sus circunstancias. Sus circunstancias son sus relaciones, sus creencias, su cultura, su historia, su familia, sus antepasados. Todos estos pueden ser factores de riesgo o también factores a favor para construir la salud o para que aparezca la enfermedad. Así que, todo eso lo que vamos a tener en cuenta, la pregunta correcta.
Este espacio, es un oasis para que te detengas y dirijas la mirada hacia tu Ser. Es un lugar que estimula el encuentro y la comunicación,fomenta el intercambio y el enriquecimiento. Está abierto, a todos aquéllos que habéis hecho un proceso con mi persona, a los que continuáis en camino, y a todo aquél que sienta curiosidad por mi trabajo o simplemente tenga interès por colaborar y aportar su particularidad en este blog, y como no, a mis familiares y amigos en el alma.
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