Tenemos el poder interior para sanar nuestras actitudes hacia lo trascendente, hacia el más allá y reconectarnos con el horizonte de la vida.
Sanar es rescatar en cada uno de nosotros el poder de Merlín, el mago.La vida es pura magia, y en cada uno de nosotros hay un mago que puede oficiar el ritual de la vida conociendo las leyes, conociendo la ley de los ritmos, los ciclos naturales: endocrinos, históricos, mentales,sísmicos,sociales, económicos,políticos etc.No se trata de "adivinar" el futuro, sino de estudiar, analizar y prever los ritmos o relojes naturales para obrar en consecuencia.También hay un gobierno central en nuestro cuerpo, no solo afuera, sino adentro que tiene que ver con la educación, con la actitud del aprendiz. Aprendemos lo esencial en la vida y es que vinimos a aprender. Cuando aprendemos, comprendemos y cuando comprendemos sanamos la vida. Sanar también es tener una visión global del mundo, no sólo una visión local; una filosofía, una epistemología, una filosofía de la ciencia, de nuestras relaciones con el mundo para que le demos un marco de referencia a todo esto y sepamos que en el trasfondo hay leyes. Hay leyes cósmicas como la ley de la voluntad, la ley del amor y la ley de la inteligencia. Pero también es referirnos al espíritu, el alma, y el cuerpo que son el músico, la música y su instrumento.
A esos niveles nos vamos a referir para que la vida sea como música y la podamos danzar y la podamos disfrutar. Sanar no es un a responsabilidad terrible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario