Un profesor de física muestra a sus alumnos un jarrón transparente lleno de agua casi hasta el borde. En el jarrón hay un lápiz sumergido. Debido a la refracción diferente entre el agua y el aire, el lápiz se ve doblado, como todos nosotros sabemos. El les muestra el jarrón a los niños y pregunta:
- ¿Qué hay aquí?
- Juanito levanta la mano y dice: profesor ahí hay un recipiente con agua, es transparente, pasa la luz y adentro tienes un lápiz que está quebrado.
- El saca el lápiz y les muestra que el lápiz está enterito, no está torcido, no está doblado. Todos se ríen. El les explica ese es un problema de refracción, les habla de la refracción en el agua y en el aire y ellos, aparentemente, entienden. Se van contentos con el aprendizaje. Cuando regresan nuevamente los chicos, ya riéndose ven el lápiz allí, ven el mismo jarrón y les pregunta. Todos alzan la mano porque todos se sabían la respuesta de memoria.
- ¿Qué ven aquí?
- Uno de ellos, el más inquieto, a quién le dan la palabra, dice: ahí veo un lápiz que aparentemente está quebrado, pero eso es mentira porque es la ilusión de nuestros sentidos, eso es un asunto de la refracción diferencial de la luz, ese lápiz es recto y está enterito.
- El profesor saca el lápiz y el lápiz está quebrado. En el intermedio, él quebró el lápiz. Este niño vio lo que quería ver.
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